El Casino de la Selva – Cuernavaca del Ayer

CUERNAVACA DEL AYER
Hugo Calderón Castañeda
hugocalcas5210@gmail.com

DEL JARDIN BORDA AL CASINO DE LA SELVA
La semana pasada recordamos algo del histórico Jardín Borda, y en la parte final, anotamos que en ese lugar a fines de la década de los años sesenta, hace alrededor de medio siglo, se efectuaron tardeadas dominicales, en las que participaban algunos de los mejores grupos rockeros del momento.

Así, todavía hay “cuernavacos” que recuerdan a Las Abejas, con Chucho Salgado y Reyna, en las guitarras eléctricas. Los Drifters, Atrevidos, Resurrección y Soles Brass, y también El Silencio, con su vocalista Victor Barrios, y en la batería Mike Castillo. En otros grupos, los hermanos Montiel, los Ballinas y el Tato Batalla. Vaya, hasta en alguno se dejó escuchar el ahora político Rodolfo Becerril.

También en el Borda, ya en la década de los 70s, funcionó una de las primeras “discos” que hubo en Cuernavaca, “Mamá Carlota”. ¿Se acuerdan? Estuvo en lo que ahora es la sala Manuel M. Ponce. Gozó de cierta fama en la capital mundial de las bugambilias.
Ya propósito de fama, cómo no recordar el Casino de la Selva, que empezó a funcionar en esta capital, allá por los años 30, y hasta es mencionado en la novela “Bajo el Volcán” del desaparecido Malcolm Lowry. Después, el inmueble fue regenteado por el visionario empresario de origen español, don Manuel Suárez.

El Casino de la Selva, fue construido a fines de 1929, en un terreno ubicado a un costado de la ladrillera del barrio de Gualupita, muy cerca de la estación del ferrocarril de Cuernavaca. Fue abierto al público en 1931, y en aquélla primera etapa, a la entrada estuvo una fuente art decó con un globo terráqueo, y se le llamó Fuente de las Esferas, pero la gente la denominó popularmente como la Fuente de las Ranas.
Pasando la entrada principal, una amplia calzada con habitaciones a cada lado, y al final la nave principal, donde había una sala de juegos, un bar, un restaurante, amplios ventanales, y la alberca olímpica, en la cual existió arena de mar, traída desde Veracruz, por órdenes del propio don Manuel.

El empresario había adquirido el inmueble, tras un remate, ya que el Casino tenía un adeudo con el gobierno estatal de $ 145 mil 825 pesos. Don Manuel presentó la mejor oferta y lo convertiría en hotel, el cual fue inaugurado en 1936. Sin embargo, el flujo turístico disminuyó y tuvo que cerrar sus puertas en 1946.
Se reestructuró el proyecto hotelero, bajo la dirección del arquitecto valenciano Jesús Martí, quien en 1940 había construido el Hotel Mocambo en Veracruz, propiedad de don Manuel Suárez. Se rellenó una parte del cuerpo principal del hotel, y se construyó un salón de convenciones, boliche y cafetería. Años después, hasta un helipuerto.
El hotel Casino de la Selva, se reinauguró el 1 de diciembre de 1956, y se convirtió en lugar preferido de artistas e intelectuales. (Continuará).

Se terminó el espacio, pero los esperamos el próximo viernes en otro CUERNAVACA DEL AYER.

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